No siempre es fácil mirarse al espejo. No siempre aparece una segunda oportunidad para perdonarnos. Sofía viaja desde Burdeos para acompañar a Magda, que se acaba de quedar viuda. Sabe que no será fácil: aparte de pocas dotes para consolar, tiene aversión a su ciudad natal, hecho que la aleja cada vez más de su hermana. Pero esta vez, Sofía debe enfrentarse a su pasado para tener un futuro. Tres días de junio desmenuza toda una gama de sentimientos a través de gestos cotidianos. Es un relato que acaricia y araña la piel, hace reír y anuda el alma.